La edición 58 del Festival Internacional de Cine de Xixón (FICX), que se celebrará entre el 20 y el 28 de noviembre, consolida este año su apuesta por el cine independiente, el descubrimiento de nuevas autorías, la muestra competitiva de obras sin distribución comercial y el estreno en España de filmes de una nueva generación de cineastas iberoamericanos.
La imagen gráfica de esta edición del festival, desarrollada por el diseñador gijonés Marco Recuero, condensa los principios programáticos del festival, lanzando “el dardo en la mirada”, femenina, punzante y diversa. Una imagen colorida de luces intensas, tan viva como el cine independiente, Xixón y Asturias, una ciudad y una región que apuestan por la #CulturaSegura.
Una de las principales novedades del Festival Internacional de Cine de Gijón es que la sección oficial agrupa las obras en tres categorías: Retueyos, (brotes en llingua asturiana) que presentará primeros, segundos o terceros largometrajes de mirada heterogénea y exploración formal; Albar, (madera noble y resistente en llingua asturiana) que acompaña en su viaje cinematográfico a quienes han contribuido a conformar la identidad del festival a lo largo de los años; y, Tierres en Trance, que nace este año con la vocación de convertirse en pantalla para un cine iberoamericano siempre comprometido con sus combates.
Las tres secciones cuentan con la misma dotación económica. Se otorgará un premio de 10.000 euros a la obra ganadora de cada una y el festival añade el Premio a la Distribución, con otros 3.000 euros para la distribuidora que adquiera los derechos de la película que seleccione el jurado.
Como primer adelanto de programación, el festival anuncia seis películas.
En la sección Tierres en Trance competirán, entre otras, la brasileña Breve Miragem de Sol, de Eryk Rocha, que muestra un viaje que penetra en la sociedad carioca a través de los ojos de un taxista del turno de noche que aúna humor, empatía y crítica social, y la venezolana La fortaleza, del director Jorge Thielen, que refleja cómo el país sudamericano se construye sobre una historia convulsa. De la misma forma, el propio director se busca a sí mismo de regreso a lugares que pertenecieron a su memoria.
En la sección Retueyos, la directora catalana Meritxell Colell (Con el viento) estrenará Transoceánicas, trabajo codirigido con la cineasta argentina Lucía Vassallo. Un proyecto que se establece en la intersección entre el texto escrito y la imagen y que surge de la necesidad de ambas de reconectar con Barcelona y Buenos Aires. La película se forma a través de las cartas, correos electrónicos y sesiones de Skype que las comunican a lo largo de cuatro años. Una correspondencia en la que viajan del pasado al presente, repasando las memorias y la actualidad de los momentos, las casas y las ciudades vividas.
Por otra parte se encuentra el estreno en España Entre perro y lobo, una película hispano-cubana estrenada en la Berlinale de la cineasta ceutí Irene Gutiérrez, que fluye entre la ficción y el documental, la memoria de guerras empatadas e ideales siempre a debate. Un ejercicio de paso del tiempo y luz que no dejará a nadie indiferente. Una canción imposible de olvidar. Una Cuba siempre viva. Cierta nostalgia que, en el caso de la isla, siempre puede interpretarse como provocación.
Asturias vuelve a estar representada en secciones competitivas por cuarto año consecutivo con obras de gran calidad. En Albar, caminando sobre el espíritu de un cine audaz, necesario, que llega tarde y precisamente por eso adquiere el valor de las películas filmadas con sentido del deber, Ramón Lluís Bande estrenará Vaca mugiendo entre ruinas, un recorrido físico desde el Mazucu hasta la Plaza del Parchís en Gijón, y temporal, el de los meses que una Asturias sitiada resistió bajo el gobierno del Consejo Soberano de Asturias y León, presidido por Belarmino Tomás. El documental muestra un Gijón derrotado pero que se exilia con la dignidad de impedir, como uno de sus últimos gestos, que se produzca un baño de sangre antes de la caída de la ciudad en manos de las tropas franquistas.
Shirley, un biopic dirigido por la estadounidense Josephine Decker, es un ejercicio formal soberbio que recoge un momento concreto en la vida de la escritora Shirley Jackson, autora de La maldición de Hill House. Fue Premio Especial del Jurado en la pasada edición del Festival de Sundance. Se trata de una investigación, feminista, de la amistad dislocada, depresiva, agorafóbica, entre dos mujeres protagonizada por la actriz Elizabeth Moss, que saltó a la fama tras su papel en Mad Men.
Isabella, mención especial en Berlín, forma parte de la serie de adaptaciones de obras de William Shakespeare que el argentino Matías Piñeiro lleva más de una década filmando. Se trata de una sátira sexual vanguardista con espléndidas actrices. Una interpretación libre de la pieza teatral Medida por medida construida a partir del casting al que la protagonista se somete y las inseguridades que le provoca.
En colaboración con la Oficina de políticas de Igualdad del Ayuntamiento de Gijón, el festival ha organizado dos focos que pondrán atención sobre la obra de dos realizadoras iberoamericanas, la portuguesa Leonor Teles y la argentina Ana Katz.
Leonor Teles, jovencísima, nació en Vila Franca de Xira, Portugal, en 1992 y se inició en el cine a través de una búsqueda documental sobre los lugares e imágenes de sus orígenes familiares en Balada de un batracio (2016). Una rana de cerámica y cierto humor le permitieron encontrarse y reflexionar sobre su identidad y el papel de la comunidad romaní en Portugal. Además, con ese cortometraje ganó, a los 24 años, el Oso de Oro al Mejor documental en el Festival Internacional de Cine de Berlín en 2016. Ya en 2013, con su primer cortometraje Rhoma Acan, fue premiada en el festival IndieLisboa.
Con el largometraje Terra Franca (2018) filmado entre la tierra y el mar, que en su cine no son necesariamente elementos separados sino partes de un mismo todo, plantea preguntas reconocibles desde la cotidianeidad de la vida de un pescador. ¿Qué sucede cuando se nos separa de una parte de nosotras, de nuestros recorridos y nuestra memoria? Sus respuestas nunca son obvias, ni siquiera aparecen en equilibro. ¿Sabemos dónde queremos estar? ¿Hacia quién vamos? ¿Quiénes seremos?
Teles, presente en su cine, cercana y sin pudor sobre su propia mirada, se introduce en la filmación sin vergüenza alguna, muy consciente de la imagen como un lenguaje en construcción destinado a la intimidad, el encuentro, el conocerse y el cuidarse. Para ella, la forma del cine está al servicio de la comunidad. A cada comunidad, por tanto, le corresponde un camino formal diferente.
La directora argentina Ana Katz, nacida en Buenos Aires en 1975, cree que la mujer provee de lenguajes que no aparecían en determinados espacios cinematográficos con el peso que merecen. Como un enfoque en el que la diferencia de clase y generaciones tiene especial importancia en la vida de mujeres que trabajan para que el mundo no siga igual. Para Katz, si el cine viene de leyes patriarcales, hay que desarmarlo. Si un rodaje es rígido, el cine - y el suyo lo hace- debe retar los espacios de seguridad de lo establecido; de lo creativo y de lo productivo. En palabras de la cineasta: “la mujer no es la madre ni la hermana. No es la novia buena o la mala. Recorre todo registro”.
Katz ha elegido, en todo caso, una relación con la comedia y la familia. Su ópera prima, El juego de la silla, filmada en su casa en 2002 con una cámara prestada y bastante improvisación recogió un buen puñado de premios internacionales. Como sucedió con Mi amiga del parque (2017) reconocida con el premio del público al mejor guión en el Festival de Sundance. Son películas, las dos, que giran en torno al hijo. O en torno a la relación de la madre con el hijo y alrededores.
Katz es también la protagonista de la comedia romántica Kiki, de Paco León, Una novia errante, Los Marziano o Sueño Florianópolis.
Entre las actividades complementarias, que continuarán anunciándose en las próximas semanas, se incluye una exposición organizada por el FICX en colaboración con la Fundación Municipal de Cultura y Universidad Popular de Gijón/Xixón (FMCyUP) dedicada al artista coruñés Alberto Vázquez, uno de los ilustradores y animadores más reconocidos de España, que ha consolidado un mundo muy reconocible con un diseño de personajes soberbio. Como director de animación sus trabajos han ganado tres Premios Goya: Mejor cortometraje de animación en 2012 por Birdboy y por partida doble en 2017, ganando los premios a Mejor película de animación por Psiconautas y Mejor cortometraje de animación por Decorado.
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La 58 edición, que se celebrará entre el 20 y el 28 de noviembre, presenta su imagen y el primer adelanto de programación: seis películas a concurso, todas de estreno en España.
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Habrá dos focos dedicados a las directoras Anna Katz y Leonor Teles y una exposición en torno a la obra del ilustrador y animador Alberto Vázquez.