En este sentido destacó la creación del servicio de atención telefónica, en el que una trabajadora social atendió un total de 889 llamadas, y la oficina de apoyo a la tramitación del Ingreso Mínimo Vital, que atendió a más de 900 personas. Por último, la Memoria de 2020 deja claro, al igual que sucedía en años anteriores, la feminización de la pobreza, ya que el 65% de las personas demandantes de servicios sociales son mujeres, una cifra que se incrementa en el caso de las familias monomarentales. Por el contrario, el perfil del demandante en la Red Activa de Inclusión, continúa siendo masculino.

La Fundación Municipal de Servicios Sociales cerró el pasado 2020 con un presupuesto ejecutado que ascendió a 22.787.355 euros. De esta cantidad, 5.626.000 euros se destinaron a cubrir las necesidades de las familias, en concreto, 1.257.900 euros para ayudas directas a personas; 3.720.000 para ayudas de emergencia; y 647.880 euros para ayudas a la alimentación, que sustituyeron al servicio de comedor, suspendido durante el confinamiento.