El proyecto se desarrollará en los próximos dos años, y en el marco del convenio entre el Ayuntamiento y la Universidad de Oviedo, con especial incidencia en una doble vertiente científica que se plasmará en un proyecto de investigación desarrollado por un equipo científico configurado a tal efecto. Por una parte, la vertiente académica se centrará en el estudio de los efectos del cambio climático en la flora cantábrica, y por otra, convirtiendo el Botánico en referente en materia de conserrvación de recursos naturales.
En el primero de los casos, se contará con la colaboración de la Asociación de Amigos del Jardín Botánico, en una epusta por una inciativa de ciencia ciudadana. En la segunda, se colaborará de forma estrecha con el Principado de Asturias, potenciando el papel del banco de germoplasma como recurso de conservación, disponible para iniciativas de regeneración ambiental. Para ello, se firmará esta misma semana un protocolo de colaboracion con la Dirección General de Medio Natural y Planificación Rural.
En cuanto a infraestructuras y equipamiento, se realizarán inversiones para convertir al Botánico en «una ubicación digna» para el herbario para que pueda ser consultado por estudiantes y científicos e incluso por los visitantes, así como de una instalación adecuada para gestionar el banco de germoplasma.
A tal efecto, se prevé que el edificio que alojó la cafetería pueda ser reformado como nuevo laboratorio para albergar el banco de germoplasma y una parte del herbario. Otra parte, la perteneciente al herbario del Padre Laínz, puede ser objeto de exposición en espacios museográficos actualizados.
El concejal de Medio Ambiente ha destacado asimismo la «intensificación» de las labores de mantenimiento para que el Jardín presente un aspecto «óptimo» para el disfrute de visitantes y la coherencia de las colecciones con el entorno. Esta mejora de los trabajos de jardinería contará con el asesoramiento del nuevo conservador del Botánico, recientemente incorporado al equipo científico.
Finalmente, y por lo que respecta las actividades, el proyecto mantendrá y potenciará todas las destinadas a educación ambiental, así como las de divulgación y celebración de seminarios y congresos en colaboración con distintas entidades.
No se anularán otras actividades vinculadas al ocio y la cultura se acompasarán a las prioridades, los ritmos, los discursos y los espacios que deben prevalecer en un equipamiento singular, desde la compatibilidad con la conservación de las colecciones y el mensaje de respeto medioambiental.
Servicios complementarios como la cafetería o a la tienda de regalos se acomodarán en un nuevo edificio con acceso desde el exterior, que albergue una nueva cafetería y tienda de recuerdos que dé servicio no solo al jardín sino al entorno de la Milla del Conocimiento, bajo concesión.
El Jardín Botánico Atlántico de Gijón buscará un mejor equilibrio entre sus funciones como espacio de esparcimiento, centro de investigación, divulgación científica y educación ambiental, instrumento de conservación de biodiversidad y escenario de actividades culturales, ajustadas la prioridad fundamental que le da sentido: albergar las colecciones de planta viva, el herbario y el banco de germoplasma, desarrollando una actividad científica en colaboración con las insituciones académicas.
Este objetivo es la clave del proyecto que el Equipo de Gobierno pretende desarrollar en la etapa iniciada el pasado 1 de enero y consolidada tras la dotación de un servicio municipal específico desde el pasado mes de abril. Sus contenidos han sido expuestos por el concejal de Medio Ambiente y Movilidad, Aurelio Martín, durante la Comisión de Seguridad, Movilidad y Medio Ambiente celebrada este martes, 13 de julio, en la que también ha avanzado actuaciones destinadas a mejorar la gestión del Jardín Botánico y sus infraestructuras en el marco de unos recursos humanos y presupuestarios limitados, y siempre garantizando actividades "plenamente compatibles" con sus objetivos prioritarios.