Estas placas, que en su día tenían una clara función identificativa de los trenes a los que pertenecían, hoy tienen un enorme valor estético y decorativo, lo cual las hace muy apreciadas entre coleccionistas y amantes del mundo ferroviario.
En la muestra presentada hoy, hay placas de todo tipo: las que identificaban a los constructores de las maquinarias, las de series de locomotoras… y cobran especial protagonismo las placas de vagones donadas en su día por Charo Alonso, recordada bibliotecaria de Carbayín, repintadas por ella para formar un conjunto de entrañable cromatismo, que configura una verdadera instalación y que ahora se muestran en su homenaje.
Esta nueva unidad permanente del Museo del Ferrocarril de Asturias está dedicada a las placas ferroviarias.