Producida y coordinada por el propio museo y con diseño expositivo a cargo del Estudio Juan Jareño, la muestra revisita este símbolo de la arquitectura ferroviaria desde una mirada crítica y reflexiva. La desaparición del edificio, ampliamente lamentada por la ciudadanía, marcó un antes y un después en la toma de conciencia sobre el valor del patrimonio industrial, hasta entonces escasamente reconocido desde una perspectiva institucional o legal.
La estación, más allá de su función práctica, poseía un fuerte valor simbólico y emocional para Oviedo. En palabras del entonces alcalde Antonio Masip, autorizar su derribo fue “su gran error político y personal”. La intensa movilización social e intelectual que trató de evitar su desaparición supuso un punto de inflexión en la valoración de aquellos elementos cotidianos —y a menudo invisibles— que también conforman la identidad colectiva.
A través de ocho unidades temáticas, la exposición plantea una reflexión sobre qué entendemos por patrimonio y qué valores lo definen, centrándose en los elementos arquitectónicos y espaciales que hicieron del Vasco un lugar singular. La muestra incorpora por primera vez al espacio expositivo los materiales originales del edificio, incluidos planos inéditos que documentan su evolución a lo largo de más de ochenta años de servicio público.
Entre las piezas más destacadas figura una instalación creada a partir de las columnas recuperadas de las marquesinas de los andenes y la mampara Art Déco que daba acceso a la cantina, evocada por el periodista Manuel Avello como “recinto mágico y espacio sagrado de la convivencia”.
La estación del Vasco en Oviedo busca así no solo recuperar la memoria de un edificio emblemático, sino también abrir un diálogo sobre la necesidad de preservar un patrimonio que, por su cercanía y funcionalidad, fue durante mucho tiempo injustamente relegado.
El Museo del Ferrocarril de Asturias presenta la exposición La estación del Vasco en Oviedo, que podrá visitarse entre julio de 2025 y marzo de 2026 en su Sala de Exposiciones Temporales 2. La muestra, comisariada por José María Flores —historiador del arte y experto en arquitectura de estaciones—, aborda uno de los episodios más controvertidos de las últimas décadas en torno al patrimonio asturiano: la demolición de la estación del Vasco en 1989.