Esta exposición forma parte del programa de actividades del XII Encuentro Internacional sobre Investigaciones del Franquismo. Balance a 50 años de la muerte del dictador, organizado por la Fundación Juan Muñiz Zapico y la Universidad de Oviedo (Oviedo, 5-7 noviembre). Consta de 54 fotografías, cuatro textos explicativos y un audiovisual. Permanecerá abierta hasta el 16 de febrero de 2026 en horario de 9:30 a 18:30 horas de martes a viernes y de 10:00 a 18:30 horas los sábados, domingos y festivos.
Esta antología de fotografías y fotógrafos asturianos de la época ha sido realizada con los fondos de la fototeca del Muséu del Pueblu d’Asturies, y muestra instantáneas de Adolfo López Armán, Florentino López Fernández Floro, Casa Rozas (Llanes), Modesto Montoto, José Muñiz Suárez, Jesús Mendía, Marcelino Lena Dacuba, Camilo Gómez Sánchez, Constantino Suárez, José Vélez Abascal, Mario Pascual, Julio A. Fernández Lamuño, Luis R. García Cernuda Jumbo, Álvarez-Estrada, Joaquín Aranda Iriarte, Javier Sánchez Suárez y los hermanos Fernando, Gonzalo y Valentín Vega.
La exposición, con la irrefutable perspectiva de su objetividad visual, ilumina los diferentes contextos políticos y sociales de la dictadura franquista en Asturias, así como la singularidad e idiosincrasia de los personajes que la protagonizaron. El poder evocador de las fotografías permite rememorar casi cuarenta años de nuestra historia, organizados en cuatro secciones:
En la primera, Asturias franquista, figuran los albaceas de la victoria en la Guerra Civil y sus aparatos de coerción social, así como la utilización de la escenografía totalitaria, en primer término, y de la estética nacionalcatólica, a partir de la Segunda Guerra Mundial, para legitimar al régimen político surgido tras la contienda.
En la segunda, La mirada de los otros, se asiste, como contrapunto, al desfile de los derrotados, para los que no hubo piedad ni perdón. La marcialidad y grandilocuencia de la Asturias oficial deja paso al dolor, las privaciones, la desesperanza y el hastío del vencido, no exentos, sin embargo, de manifestaciones espontáneas de dignidad y de expresiones colectivas de rebeldía, como las protagonizadas por la resistencia armada en los años cuarenta o por los trabajadores mineros y fabriles a partir de los sesenta.
En el tercer apartado, Los trabajos y los días, se muestra una panorámica del ámbito laboral y del uso de las formas de ocio como instrumento de control social, donde también se refleja la subordinación de la mujer, tanto en la esfera pública como en la privada.
Por último, en Un legado ambivalente se proyecta una mirada retrospectiva sobre lo que fuimos, la construcción de la identidad y el contexto de la experiencia vivida, con especial incidencia en marcos de socialización como la escuela o el lugar de residencia. Desde estos cuatro ámbitos, con la imagen fotográfica como puente de memoria, se establece un diálogo entre pasado y presente, entre lo que fuimos y lo que ahora somos, entre lo que permanece y lo que se desvanece, y, sobre todo, entre cómo realmente vivimos y cómo el paso del tiempo, los sentimientos y la desmemoria empañan nuestros recuerdos.
La Fundación Juan Muñiz Zapico, nacida para honrar, dignificar y perpetuar la memoria obrera, pretende con esta iniciativa, no sólo estimular el uso del documento fotográfico para dotar de rigor el conocimiento histórico, sino también fomentar la construcción de un relato historiográfico que tenga por epicentro a las clases populares.
 
El Muséu del Pueblu d’Asturies acoge la exposición Lo que queda de entonces. Memoria fotográfica de la Asturias franquista, promovida por la Fundación Juan Muñiz Zapico en colaboración con el Muséu del Pueblu d’Asturies