"Hemos podido completar por fin una inversión que llevaba mucho tiempo siendo una aspiración. Es una finca de un gran valor, donde se formaron grandes industrias de finales del siglo XIX y por la que pasaron numerosas personalidades de la época. Nos hace mucha ilusión que se pueda incorporar al patrimonio municipal", destacó el concejal de Urbanismo, Jesús Martínez Salvador.
Aunque los usos definitivos están aún por definir, el objetivo es que el edificio pueda albergar la rama de ciencia e investigación del Jardín Botánico Atlántico, con el banco de germoplasma y el herbario. Pero también podrá ser un espacio para las diferentes asociaciones vinculadas al Jardín, como Amigos del Jardín Botánico, con más de 500 asociados, o ADAPAS, entre otras. Asimismo, se podría incluir también un servicio de hostelería de calidad, con un acceso exterior sin necesidad de acceder a través del museo verde.
En cualquier caso, explicó el concejal de Urbanismo, la edificación, de 2.000 m2, requiere una actuación, que se llevará a cabo una vez se conozcan los usos y se haya definido el proyecto. Sin embargo, el resto de la finca estará abierta al público en el primer semestre de 2026. De hecho, ya se está trabajando en el diseño de una programación especial con actividades para que la ciudadanía pueda disfrutar de esta nueva propiedad municipal.
- Su valor histórico y arquitectónico y los 17.000 m2 de jardín lo convierten en una propiedad de relevancia dentro del patrimonio municipal.
- Se está trabajando ya en poder definir los usos definitivos, pero este nuevo espacio permitirá hacer un circuito circular dentro del Jardín Botánico Atlántico.