El estudio se ha marcado como objetivos el conocimiento atcualizado del mercado de alquiler, la estimación del número de viviendas vacías e infrautilizadas, la evaluación de políticas municiples en comparación con otras ciudades del rango poblacional de Gijón y la identificación de los colectivos podrían estar teniendo mayores dificultades para acceder a los alquileres. Se ha apoyado en datos obtenidos a partir del análisis de la oferta, la encuesta a agentes de la propiedad inmobiliaria, el análisis comparativo de políticas de vivienda en cuatro ciudades y en el testimonio de informantes clave del sector inmmobiliario y profesionales de la intervención social, además de los datos del Padrón Municipal e IBI residencial y otros innovadores, como el estudio estadístico a partir de datos de consumo eléctrico.
Las conclusiones del estudio recogen una serie de necesidades para incrementar la oferta de vivienda en alquier y rebajar los riesgos de exclusión residencial, aplicando medidas que moderen la escalada de precios:
- Fomentar la "cultura del alquiler"
- Movilizar la vivienda vacía mediante incentivos fiscales y en los gravámenes.
- Incrementar parque de vivienda pública en alquiler, a pesar de que ya lo hay importante
- Elaborar un registro de viviendas vacías de obligada inscripción para sociedades anónimas y limitadas.
- Reforzar las medidas legales de garantías y seguridad para los propietarios.
- Apoyar a deudores de buena fe
- Fomentar la dación en pago o alquiler de inmuebles vacíos de grandes tenedores
- Reforzar control de ayudas económicas al alquiler.
- Fortalecer la mediación e intervención técnica, procesos de acompañamiento social
Las conclusiones a partir de los 600 pisos de la muestra del mercado de alquiler el pasado de noviembre manifiesta, según Calleja, que Gijón posee una horquilla entre los 576-350 euros y una media de 550 euros para viviendas de una superficie media de unos 70 metros cuadrados, aunque hay diferencias entre los barrios más caros -Este y Centro (por encima 600 euros) y Sur y Oeste (500 euros y rentas menores). El alquiler supone más del 30% del total de los ingresos mensuales, "en detrimento del consumo y otros conceptos de gasto".
Asimismo, se detecta en los propietarios una preferencia por la venta antes que por el alquiler, en buena parte por el "miedo a impagos o destrozos" que el informe considera, no obstante, "relativamente excepcionales". Estas tendencias suponen una retracción que impide que se incremente la oferta y también mayores dificultades para presentar las garantías o los ingresos estables que cada vez más exigen los propietarios. Asimismo, el estudio no detecta que esas dificultades afecten a un colectivo específico, en una situación generalizada aún más por los efectos de la pandemia.
Respecto a la vivienda vacía, se ha manejado una muestra de 1.680 inmuebles por barrios, en base al IBI residencial y los datos del Padrón. El análisis infiere que en Gijón hay 31.000 viviendas sin nadie empadronado -una de cada cinco- aunque también refleja a partir de los datos de consumo de electricidad que un 65% por ciento de las viviendas sin habitantes empadronados se usan como residencia habitual.
Otro de los datos recogidos por el estudio revela que los grandes tenedores -personas físicas o jurídicas con más de 10 propiedades inmobiliarias- poseen una media de 22 viviendas, y que son los propietarios privados, frente a sociedades anónimas o limitadas, los que hacen un uso "más eficiente en términos económicos y sociales" de sus inmuebles.
Otro de los datos relevantes en base a las informaciones de los técnicos en intervención social muestra que existe "miedo" a que cuando finalicen las medidas de suspensión de lanzamientos se registre un aumento importante de los desahucios que incrementen la exclusión residencial

Gijón cuenta con unas 7.000 viviendas vacías y algo más de 14.000 vacías o infrautilizadas, y su mercado de alquiler es el más caro de Asturias, con una renta mensual media de 550 euros que dificulta el acceso al mercado de vivienda de alquiler a las personas en situación de mayor vulnerabilidad. Como contrapartida, el municipio es uno de los que, en su rango, moviliza mayores cuantías en concepto de ayudas para facilitar el acceso a viviendas de alquiler a quienes disponen de menos recursos, llegando a duplicar las que se presupuestan en municipios vecinos con fuerte gasto social. Así lo señala el estudio sobre "Vivienda vacía y en alquiler en Gijón", que este lunes, 12 de julio, ha presentado su autor, el profesor de Sociología de la Universidad de Oviedo José Pablo calleja junto a la concejala de Derechos y Bienestar Social, Natalia González.
El estudio, encargado por el Ayuntamiento de Gijón, es resultado de un convenio entre la Empresa Municipal de Vivienda y la Fundación Universidad de Oviedo y, según ha adelantado Natalia González, servirá de base para reformular adaptándolos a la "nueva realidad" del mercado de alquiler los programas ya en marcha, como "Xixón Alquila", y las medidas "dirigidas a poner más vivienda en el mercado y facilitar el acceso a personas de mayor vulnerabilidad". Asimismo, el documento será el punto de partida de una jornada de trabajo con todas las entidades y personas que han formado parte del estudio, previsto para el próximo otoño a partir de su "información cualificada".